BALLENA AZUL
Balaenoptera musculus
CETACEA, Balaenopteridae Fin Whale EN PELIGRO
NACIONAL: EN ALAD GLOBAL: EN Alad CITES:1 RANGO:1
Autores: Juan José Alava, Judith Denkinger, Ben Haase, Victor Uteras B; Godfrdy Merlen y Diego G. Tirira.
CETACEA, Balaenopteridae Fin Whale EN PELIGRO
NACIONAL: EN ALAD GLOBAL: EN Alad CITES:1 RANGO:1
DISTRIBUCIÓN
La ballena azul se encuentra desde las regiones polares de ambos hemisferios hasta aguas cálidas y tropicales. Prefiere zonas profundas, en mar abierto, pero en ocasiones se la encuentra alimentándose, y también posiblemente apareándose, cerca de las costas continentales (Jefferson et al., 1994; Carwardine, 1995). Realiza migraciones en las que viaja grandes distancias, en el invierno busca bajas latitudes (aguas tropicales), mientras que en el verano alcanza las altas (zonas polares) (Jefferson et al., 1994). En el Ecuador ha sido registrada en aguas costeras y oceánicas continentales y en aguas adyacentes al archipiélago de Galápa- gos (Reilly y Thayer, 1990; Wade y Gerrodette, 1993; Felix et al., 2007). La mayoría de las observaciones de la ballena azul en aguas de Galápagos están predominantemente concentrado al oeste y sureste del archipiélago, albergando aguas marinas superficiales enriquecidas con nutrientes y alta biomasa planctónica (Palacios,1999a; Alava, 2009).
SITUACIÓN ACTUAL
La ballena azul fue intensamente cazada desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX, lo que para la década de 1950 llevó a la especie casi al borde de su extinción. A diferencia del cachalote Physeter macrocephalus), aparentemente la ballena azul no fue cazada en los alrededores de las islas Galápagos (Palacios, 1999b). Las primeras observaciones y registros fidedignos publicados sobre la ballena azul alrededor de las Galápagos y aguas marinas territoriales y costeras de Ecuador datan de comienzos de la década de 1970 por barcos de pesca y cruceros oceanográficos internacionales (Reilly y Thayer, 1990; Wade y Gerrodette, 1993). Estimaciones poblacionales históricas se basan en diarios de cacería y no son exactos. Hay una fuerte discrepancia entre datos de los balleneros y estimaciones poblacionales según diversidad genética de la población. Actualmente hay evidencias científicas que soportan el hecho de que esta especie se encuentra en recuperación, aunque las poblaciones actuales aún permanecen bajo niveles de pre-explotación (Branch et a., 2004; Reilly et a., 2008). Recientemente, se ha reportado un número importante de observaciones y varamientos de la ballena azul en el Pacifico tropical sureste y grupos como los de la costa oeste de Norte- américa muestran signos de recuperación, aunque su estado poblacional aún no está claramente establecido (Branch et al, 2007). De igual manera, en aguas marinas de Chile se ha descubierto un área de reproducción y alimentación, en donde estima habitan varios cientos de individuos de esta especie (Hucke-Gaete et al., 2003; Hucke-Gaete et al., 2007). En los último años, tanto en aguas frente a la Costa continental de Ecuador (B. Haase, obs. pers.), como en alrededores de las islas Galápagos (Denkinger et al., 2009). Las observaciones de ballena azul son más frecuentes y los grupos observados más grandes. En Ecuador se estima que es una especie En Peligro por los mismos motivos que la UICN la incluye dentro de su categorización mundial.
La ballena azul fue intensamente cazada desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX, lo que para la década de 1950 llevó a la especie casi al borde de su extinción. A diferencia del cachalote Physeter macrocephalus), aparentemente la ballena azul no fue cazada en los alrededores de las islas Galápagos (Palacios, 1999b). Las primeras observaciones y registros fidedignos publicados sobre la ballena azul alrededor de las Galápagos y aguas marinas territoriales y costeras de Ecuador datan de comienzos de la década de 1970 por barcos de pesca y cruceros oceanográficos internacionales (Reilly y Thayer, 1990; Wade y Gerrodette, 1993). Estimaciones poblacionales históricas se basan en diarios de cacería y no son exactos. Hay una fuerte discrepancia entre datos de los balleneros y estimaciones poblacionales según diversidad genética de la población. Actualmente hay evidencias científicas que soportan el hecho de que esta especie se encuentra en recuperación, aunque las poblaciones actuales aún permanecen bajo niveles de pre-explotación (Branch et a., 2004; Reilly et a., 2008). Recientemente, se ha reportado un número importante de observaciones y varamientos de la ballena azul en el Pacifico tropical sureste y grupos como los de la costa oeste de Norte- américa muestran signos de recuperación, aunque su estado poblacional aún no está claramente establecido (Branch et al, 2007). De igual manera, en aguas marinas de Chile se ha descubierto un área de reproducción y alimentación, en donde estima habitan varios cientos de individuos de esta especie (Hucke-Gaete et al., 2003; Hucke-Gaete et al., 2007). En los último años, tanto en aguas frente a la Costa continental de Ecuador (B. Haase, obs. pers.), como en alrededores de las islas Galápagos (Denkinger et al., 2009). Las observaciones de ballena azul son más frecuentes y los grupos observados más grandes. En Ecuador se estima que es una especie En Peligro por los mismos motivos que la UICN la incluye dentro de su categorización mundial.
AMENAZAS
No existen amenazas directas sobre la ballena azul en el Ecuador. Amenazas indirectas, como contaminación de las aguas oceánicas o interacciones incidentales con pesquerías (enredamientos), son frecuentes en otros lugares del planeta (Martin, 1990), por lo cual no se descarta que pudieran presentarse también en el país. El cambio climático debe predecirse y considerarse como una amenaza potencial para la ballena azul, dado que un incremento de la temperatura superficial del mar disminuiría la producción primaria y, por ende, la biomasa de plancton, principalmente zooplancton, y los cardúmenes de peces planctívoros, los cuales son el alimento principal de la ballena azul. La especie no es cazada o comercializada actualmente; sin embargo, hay evidencias de comercio ilegal en el mercado japonés (OSU, 2008). Una amenaza potencial a futuro es la prospección sismica en busca de hidrocarburos a lo largo de la Costa.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADAS
La ballena azul fue incluida en la primera edición del Libro Rojo de los mamíferos del Ecuador como En Peligro (Tirira, 2001a). Está protegida por la legislación ecuatoriana según Acuerdo Ministerial No. 196 (Registro Oficial No. 458, junio de 1990), mediante el cual se estableció como refugio de ballenas todas las aguas territoriales ecuatorianas (200 millas náuticas) y se declaró a la Reserva de Recursos Marinos de Galápagos como santuario de ballenas. Posteriormente, el Ministerio del Ambiente del Ecuador prohibió su cacería por tiempo indefinido (según registros oficiales No. 679, del 8 de octubre de 2002, y No. 6, del 23 de enero de 2003). En el ámbito internacional es considerada una especie En Peligro por la UICN (2008), la UICN creó el grupo de especialistas de cetáceos con la finalidad de iniciar y coordinar esfuerzos conjuntos de conservación de ésta y otras especies. Por otra parte, la CITES (2010) la incluye dentro del Apéndice L. La Comisión Ballenera Internacional (IWC) protege a la ballena azul desde 1965 (Jefferson et al., 1994) Propuestas Continuar y mejorar el monitoreo de registros en aguas ecuatorianas. Implementar campañas de educación ambiental y conservación de cetáceos, con énfasis en pescadores y pobladores del litoral del país. Emprender acciones globales como mitigar el cambio climático, la sobrepesca, la destrucción de ecosistemas marinos. Hay que mejorar la protección de zonas marinas costeras donde la especie ha sido frecuentemente observada.
Autores: Juan José Alava, Judith Denkinger, Ben Haase, Victor Uteras B; Godfrdy Merlen y Diego G. Tirira.
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